EMOTIVA DESPEDIDA DE LA COMUNIDAD DE CASTELLAR DEL VALLES A SU BOMBERO MARTIR







Con una masiva concurrencia presidida por las máximas autoridades de Castellar del Vallés, se efectuaron los funerales del Mártir de los Bomberos locales, señor David Expósito Belchín, quién falleciera a raíz de las graves lesiones que sufriera al colisionar el carro de bomberos que tripulaba con un camión del servicio de recolección de basuras, y donde quedaron otras siete personas lesionadas de diversa índole.

La comunidad local con el debido recogimiento, las banderas a media asta, y un duelo oficial de tres días, rindieron tributo a un genuino servidor público, que en forma voluntaria y generosa llegó a golpear las puertas del cuartel bomberil, para entregar todo de si , incluso la vida si fuere necesario, en pos de la noble causa de servir a los demás. Hermosa y trágica muestra de entrega, en una época en que el materialismo hace presa de una sociedad consumista ,que se sólo se nutre de lo banal, desconociendo los valores superiores del hombre.

El Bombero Voluntario David Expósito ha sacrificado su vida en pos de un hermoso ideal, que constituye un ejemplo para las generaciones actuales y venideras de Castellar del Vallés. Su labor de entrega ojalá el día de mañana sea imitada, no sólo en el servicio de bomberos, muy digno por lo demás, sino en cada una de las otras actividades donde se requiera el aporte voluntario de los vecinos , para así hacer cada día más grande y próspera a la querida Castellar del Vallés.


¡Suena alarma, valiente bombero!
Va la bomba una hoguera a vencer.
Ponte el casco y camina ligero
donde vibra el clarín del deber.
-- Vamos, vamos, con paso ligero,
donde vibra el clarín del deber.
¡Marchad!
¡Volad!
¡Fuerza, ardor y voluntad!

Oro y sangre semeja la llama
que voraz en el aire se eleva;
sopla el viento que aviva y renueva
del incendio el poder destructor.
Al hogar amenaza la ruina
y con eco de angustia infinita
sobre el ruido fatal se oye un grito
que demanda ¡socorro y favor!

Voluntarios, ¡corred hacha en mano!
Brilla el fuego furioso y devasta.
La humareda y el humo que aplasta
venceréis con constancia y valor.
Héroes bellos, rodeados de chispas
y de llamas terribles, vibrantes:
os saludan las bombas humeantes
con su fuerte y soberbio clamor.

¡Gloria a aquel que sucumbe en la lucha!
Valeroso, sublime, esforzado;
gloria a aquel que al deber consagrado
salva vidas, riquezas, hogar.
Bronces hay que sus cuerpos encarnen,
y el recuerdo del fiel compañero
en el alma viril del bombero
nunca, nunca se puede borrar.


RUBEN DARIO
("La Epoca", Santiago-Chile , julio 6 de 1888)

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